La boda de Alonso

 Alonso, nuestro ínclito y bienhadado amiguito, el que pueden ver en la imagen, se quedó petrificado el día de su boda. Llegó al templo media hora después de la novia (la puntualidad no es lo suyo), sin embargo, lo peor vendría después. Cuando todo el mundo se encontraba sentado en los bancos de la Iglesia del Roser, en Barcelona, y los novios, nerviosos como dos cebras ante una hueste de leonas hambrientas, el sacerdote, cuyo nombre no podemos mencionar, no pudo celebrar el tan esperado sacramento ya que se cayó al subir al altar debido a una tremenda cogorza. Por ahora no hay fecha para la boda entre Alonso y…, pero estaremos atentos.